lunes, 10 de noviembre de 2014

LIDERAZGO Y MUJER (Firma invitada)

Uno de los roles que, en una u otra dimensión, se da en todos los grupos y que desempeña una función clave en torno a la que se articulan los demás papeles es el de líder1.

Cada colectivo necesita un/a líder capaz de integrar y conducir a las personas que lo conforman a la consecución de objetivos comunes. La persona que tiene el liderazgo ejerce influencias en las conductas de los/as componentes del grupo a través de su propio comportamiento, quienes, a su vez, lo/a perciben como líder y le atribuyen este rol.

Una persona puede ser líder en una o varias facetas de su vida y no en otra/s, en uno o varios grupos y no en otro/s, de ahí que en la actualidad se hable de “ejercer el liderazgo (o liderato2)” y no de “ser líder”.

A pesar de que tradicionalmente el liderazgo ha estado asociado al ejercicio del poder -tal y como lo entiende nuestra sociedad-, hoy en día el enfoque es otro:
visión, credibilidad, autoestima, integridad, intuición, afectividad, capacidad de relacionarse, manejo positivo del conflicto” (E. García Prince, 2006).

FUENTE: Corrugando - Edición 1


Así, el liderazgo, que implica el deseo de guiar a las demás personas y que no tiene por qué estar asociado siempre -aunque acostumbre a ello- a posiciones con una autoridad formal, se ha convertido en una de las competencias más valoradas en el mundo laboral actual.

Por otro lado, decir que subsiste una perspectiva androcéntrica respecto del liderazgo que conlleva a concebir la figura de líder como la de un hombre (liderazgo como condición masculina), relegando a la mujer a una posición marginal.

Aunque es verdad que, como consecuencia de la valiosa incorporación de la mujer al mercado de trabajo, nos encontramos con un significativo y creciente número de mujeres que ocupan importantes puestos de liderazgo, no es menos cierto que las personas que ejercen el liderazgo continúan siendo mayoritariamente hombres.

En el año 2013, por ejemplo, las mujeres españolas ocupaban el 21% de los cargos directivos, tres puntos menos que el año anterior, situándose así nuestro país por debajo tanto de la media mundial (24%) como de la media europea (25%).

FUENTE: Grant Thornton - Estudio IBR 2013 


Y es que, las mujeres, a día de hoy, con el año 2015 casi a la vuelta de la esquina, continuamos encontrándonos con multitud de trabas y obstáculos a la hora de acceder a esferas laborales, profesionales, económicas, políticas y sociales.

Entre los diversos factores que detienen a la mujer en su desarrollo profesional e impiden que llegue en mayor número a puestos directivos destacan los siguientes:
  • Dominio de los valores masculinos.
  • Falta de modelos femeninos de referencia: el porcentaje de mujeres que ocupan puestos directivos continúa siendo muy bajo.
  • Techo de cristal” o “techo de vidrio”: barrera invisible que imposibilita la promoción profesional a las mujeres por el mero hecho de ser mujeres.
  • Falta de igualdad en los salarios: por posiciones iguales, los hombres continúan cobrando más que las mujeres.
  • Sensación de aislamiento: común entre las mujeres que ocupan puestos directivos. A menudo son las únicas en una reunión o junta.
  • Estereotipos:
    • Madres, hijas, esposas, amigas…
    • Emotivas, susceptibles, dependientes, miedosas…
    • En el mundo del trabajo: menor dedicación a la empresa, sumisas, sin capacidad de liderazgo, excesivamente emotivas, no pelean por el salario, no poseen disponibilidad para viajar o cambiar de residencia, desempeñan mejor trabajos manuales, administrativos y de atención, la mujer despedida aguanta y el hombre reacciona…

FUENTE: Blog "Revolución hacia la igualdad"

Para hacer frente a este panorama son necesarios cambios culturales y estructurales.

Entre estos últimos, principalmente responsabilidad del gobierno, destacar la necesidad de llevar a cabo políticas que desarrollen planes que garanticen o favorezcan el acceso de la mujer a las diferentes áreas de poder en igualdad de oportunidades.

Ahora bien, mientras no tenga lugar un cambio que permita la reversión de lo que se considera “ser mujer o ser hombre”, mientras no se realice una deconstrucción del “género”, los modelos patriarcales seguirán vigentes en nuestra sociedad y en el mundo laboral en particular, llevando a la mujer al territorio masculino como condición para su aceptación. La responsabilidad en este sentido recae tanto en los organismos gubernamentales como en la sociedad civil, ambos sectores deben participar en el proceso de cambios.
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1 El término líder procede del término inglés leader (guía). Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua líder es la “persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u orientadora” y la persona o equipo que va a la cabeza de una competición deportiva.

2 Ambos términos son intercambiables, aunque existen preferencias en función de los contextos. En contextos sociales, económicos y políticos se suele utilizar el término liderazgo, mientras que en contextos deportivos la forma más frecuente es liderato.

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