Uno
de los roles que, en una u otra dimensión, se da en todos los grupos y
que desempeña una función clave en torno a la que se articulan los
demás papeles es el de líder1.
Cada
colectivo necesita un/a líder capaz de integrar y conducir a las personas que lo conforman a la consecución de objetivos comunes. La
persona que tiene el liderazgo ejerce influencias en las conductas de
los/as componentes del grupo a través de su propio comportamiento,
quienes, a su vez, lo/a perciben como líder y le atribuyen este rol.
Una
persona puede ser líder en una o varias facetas de su vida y no en
otra/s, en uno o varios grupos y no en otro/s, de ahí que en la
actualidad se hable de “ejercer
el liderazgo (o liderato2)”
y no de “ser líder”.
A
pesar de que tradicionalmente el
liderazgo ha estado asociado al ejercicio del poder -tal y
como lo entiende nuestra sociedad-, hoy en día el enfoque es otro:
“visión, credibilidad, autoestima, integridad, intuición, afectividad, capacidad de relacionarse, manejo positivo del conflicto” (E. García Prince, 2006).
FUENTE: Corrugando - Edición 1 |
Así,
el liderazgo, que implica el deseo de guiar a las demás
personas y que no tiene por qué estar asociado siempre -aunque
acostumbre a ello- a posiciones con una autoridad formal, se ha
convertido en una de las competencias más valoradas en el
mundo laboral actual.
Por
otro lado, decir que subsiste una perspectiva
androcéntrica respecto del liderazgo que conlleva a
concebir la figura de líder como la de un hombre (liderazgo como
condición masculina), relegando a la mujer a una posición marginal.
Aunque es verdad
que, como consecuencia de la valiosa incorporación de la mujer al
mercado de trabajo, nos encontramos con un significativo y creciente
número de mujeres que ocupan importantes puestos de liderazgo, no
es menos cierto que las personas que ejercen el liderazgo
continúan siendo mayoritariamente hombres.
En el año 2013, por ejemplo, las mujeres españolas ocupaban el 21% de los cargos directivos, tres puntos menos que el año anterior, situándose así nuestro país por debajo tanto de la media mundial (24%) como de la media europea (25%).
FUENTE: Grant Thornton - Estudio IBR 2013 |
Y
es que, las mujeres, a día de hoy,
con el año 2015 casi a la vuelta de la esquina, continuamos
encontrándonos con multitud de trabas y obstáculos a la hora de
acceder a esferas laborales, profesionales, económicas, políticas y
sociales.
Entre
los diversos factores que detienen a la mujer en su
desarrollo profesional e impiden que llegue en mayor número a
puestos directivos destacan los
siguientes:
- Dominio de los valores masculinos.
- Falta de modelos femeninos de referencia: el porcentaje de mujeres que ocupan puestos directivos continúa siendo muy bajo.
- “Techo de cristal” o “techo de vidrio”: barrera invisible que imposibilita la promoción profesional a las mujeres por el mero hecho de ser mujeres.
- Falta de igualdad en los salarios: por posiciones iguales, los hombres continúan cobrando más que las mujeres.
- Sensación de aislamiento: común entre las mujeres que ocupan puestos directivos. A menudo son las únicas en una reunión o junta.
- Estereotipos:
- Madres, hijas, esposas, amigas…
- Emotivas, susceptibles, dependientes, miedosas…
- En el mundo del trabajo: menor dedicación a la empresa, sumisas, sin capacidad de liderazgo, excesivamente emotivas, no pelean por el salario, no poseen disponibilidad para viajar o cambiar de residencia, desempeñan mejor trabajos manuales, administrativos y de atención, la mujer despedida aguanta y el hombre reacciona…
FUENTE: Blog "Revolución hacia la igualdad" |
Para hacer frente
a este panorama son necesarios cambios culturales y
estructurales.
Entre
estos últimos, principalmente responsabilidad del gobierno, destacar
la necesidad de llevar a cabo políticas que desarrollen planes que
garanticen o favorezcan el acceso de la mujer a las diferentes áreas
de poder en igualdad de oportunidades.
Ahora bien, mientras
no tenga lugar un cambio que permita la reversión de lo que se
considera “ser mujer o ser hombre”, mientras no se realice una
deconstrucción del “género”, los modelos patriarcales seguirán
vigentes en nuestra sociedad y en el mundo laboral en particular,
llevando a la mujer al territorio masculino como condición para su
aceptación. La responsabilidad en este sentido recae tanto en los organismos gubernamentales como en la sociedad civil, ambos sectores deben participar en el proceso de cambios.
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1
El término líder procede del término inglés leader
(guía). Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua
líder
es la “persona
a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u orientadora” y la “persona o equipo que va a la cabeza de una competición deportiva”.
2
Ambos términos son intercambiables, aunque existen preferencias en
función de los contextos. En contextos sociales, económicos y
políticos se suele utilizar el término liderazgo, mientras
que en contextos deportivos la forma más frecuente es liderato.
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